sábado, 17 de mayo de 2008

Imperceptible frontera


Cuando abrió los ojos se percató de que ya no estaba en el mismo lugar. Todo era idéntico, pero a la vez diferente. Resultaba extraño, aunque a su alrededor nada había cambiado, todo le resultaba ajeno. Y no sabes por qué, ¿verdad?. Intentó hacer memoria, pero para su sorpresa y horror, no recordaba nada en absoluto. Tenía la sensación de que no había estado en ese lugar demasiado rato, pero su propia mente le engañaba, haciéndole pensar que llevaba allí largo tiempo...

Al principio no se desesperó. Siempre había sido una persona racional. Intentó buscarle al asunto una explicación lógica. No la encontró. Pero tiene que haber alguna.... Se sentó en una silla, ¿De verdad había una silla ahí antes? y hundió el rostro entre las manos.

-Joder... - escuchó su voz, pero no pudo obtener la seguridad de haber pronunciado la palabra.

Intentó no perder la calma. Se concentró en intentar describir lo que veía a su alrededor. Pero las palabras no salían, se vio incapaz. Lo veía todo, pero no veía nada.

Una curiosa pregunta le asaltó: ¿Quién era? Eso... ¿quién eres?. Siempre había creído tenerlo claro. Pero ahora era incapaz de responder.

Siempre... nunca... conceptos tan sencillos como estos le parecían ahora totalmente ajenos.

La calma inicial daba paso a un ligero proceso que poco a poco le iba llevando hacia la locura. Claro que no se percataba. Lo sabía, pero no se daba cuenta.

En el fondo lo sabes...
-No, no lo sé...
Sí que lo sabes...
-No... no...
Entonces... ¿con quién estás hablando?


Abrió mucho los ojos y notó cómo las lágrimas acudían y se deslizaban por sus mejillas.

Al fin lo había comprendido...



[...]

[... Y si fuera mi vida una escalera me la he pasado entera buscando el siguiente escalón, convencido que estás en el tejado esperando a ver si llego yo ...]

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